El carnicero de Milwaukee

Jeffrey Lionel Dahmer nació en West Allis (Winsconsin) el 21 de mayo de 1960 y fue el único hijo de Lionel y Joyce Dahmer, un matrimonio que estaba peleándose cosntantemente. En el año 1967 decidieron mudarse a una localidad de Ohio llamada Bath. Jeffrey mostraba un interés hacia el sadismo desde pequeño,

Jeffrey Lionel Dahmer

puesto que cuando iba de pesca con su padre al parecer se entretenía abriendo en canal las piezas capturadas y observando cómo morían. Con diez años se sabe que le gustaba cazar animalitos en el bosque y guardar sus huesos a modo de colección. En el año 1978 fue a la universidad, aunque sólo duró unos meses debido a su afición a emborracharse y a fumar marihuana. Al año siguiente, su padre y su madrastra (los padres se habían divorciado en 1976) lo convencieron para que se alistase en el ejército. Una vez allí, lo enviaron a Alemania, pais en el que estuvo tres años hasta que lo echaron por alcohólico. Fuera del ejército se fue a vivir a Florida para finalmente retornar a su casa paterna.
En Junio de 1978, poco antes de dejar la universidad, recogió a un autoestopista, un joven de 18 años llamado Steven Hicks y lo llevó a su piso de estudiante. Jeffrey tenía la fantasía sexual de recoger a un autoestopista y hacer el amor con el. Sin embargo, Steven no era homosexual y no estaba por la labor, con lo que se generó una discusión durante la cual Jeffrey golpeó a Steven en la cabeza para estrangularlo después. Posteriormente desmembró el cadáver y lo introdujo en diversas bolsas de plástico, metió las bolsas en el asiento de atrás de su coche y se fue a deshacerse del cadáver a un barranco cercano. Poco antes de llegar al lugar elegido fue detenido por la policía por conducir de forma extraña. Incluso llegaron a preguntarle por el contenido de las bolsas, a lo que el respondió que era basura. Como pasó limpiamente la prueba del alcoholímetro, el asunto se redujo a multarle por conducir por fuera de su carril y lo dejaron marchar. Entonces decidió deshacerse del cadáver enterrándolo en un lugar cercano a donde tenía la casa. Al volver de Alemania lo primero que hizo fue desenterrar los restos y deshacerse de ellos esparciéndolos en varios lugares.
Parece ser que se arrepintió de esto, con lo que tomó la determinación de dejar el alcohol y llevar una vida ejemplar, cosa que consiguió hacer durante casi diez años.
En Septiembre de 1987 conoció a un joven de 25 años llamado Steven Toumi en un bar gay con el que estuvo de copas unas horas y posteriormente se fueron a un hotel para pasar la noche. A la mañana siguiente, Jeffrey se despertó al lado del cadáver estrangulado de Steven. Tiempo después diría que estaban ambos sumamente borrachos y que no recordaba lo sucedido la noche anterior. No obstante, compró una maleta de gran tamaño y transportó allí el cadáver hasta la casa de su abuela, lugar en el que tras practicar la necrofilia procedió a desmembrar el cuerpo. Se quedó como recuerdo la cabeza y el resto lo tiró a la basura en varios contenedores.
En Septiembre del año 1988 ofreció 50 dólares a un joven de origen laosiano por posar para él en una sesión fotográfica. El joven aceptó, aunque en el piso de Jeffrey fue drogado y recibió abusos sexuales. Sus padres denunciaron el caso en cuanto tuvieron noticias de los acontecimientos, y Jeffrey fue detenido para acabar siendo juzgado a principios de 1989, un juicio que le enviaría 10 meses a la cárcel.
Mientras duraba el juicio y salía la sentencia, Jeffrey estuvo en libertad con cargos, tiempo que aprovechó para cometer al menos 4 asesinatos más. Siempre usaba el mismo patrón: conocía jóvenes en bares de ambiente, los invitaba a su casa y les pedía que se quedasen. Cuando recibía negativas, los mataba para posteriomente practicar necrofilia y luego desmembrarlos para deshacerse de los cadáveres.
Al salir de prisión se mudó a Milwaukee, lugar donde prosiguió sus actividades.
En Mayo de 1991 conoció al hermano mayor del joven laosiano del que había abusado, a quien convenció para ir a su apartamento. Una vez allí, drogó al joven Konerak Sinthasomphone y le practicó unas trepanaciones para intentar inyectarle ácido en el cerebro y conseguir así rendir su voluntad hacia él. Después de practicarle unas cuantas heridas en la cabeza, Jeffrey se dirigió a un bar a tomarse unas cervezas, ocasión que el joven Konerak aprovechó para escaparse. Al ver al joven manchado de sangre y corriendo desnudo por la calle, los vecinos llamaron a la policía, que se presentó rápidamente y logró ver al joven. Cuando Jeffrey volvió a casa se encontró con la policía y con numerosos vecinos esperando por el para que diese explicaciones. Como el joven se encontraba aturdido por el ácido que le habían echado en la cabeza, Jeffrey habló por el y explicó que era su amante y que estaba alcoholizado, de ahí su comportamiento. La policía creyó esta historia absurda, y acompañó a Konerak y a Jeffrey a su casa. Incomprensiblemente, la policía no decidió investigar el hedor nauseabundo que desprendía la casa en la que estaban y se marcharon de allí rápido.
Jeffrey estranguló esa misma noche a Konerak.
Durante el verano de 1991 Jeffrey cometió practicamente un asesinato semanal: mató a Matt Turner el 30 de Junio, a Jeremiah Weinberger el 5 de Julio, a Oliver Lacy el 12 de ese mes y finalmente a Joseph Brandehoft el día 19.
Tres dias más tarde, el 22 de Julio, atrajo hasta su apartamento a Tracy Edwards. Una vez dentro, Jeffrey intentó esposarle, pero tras un fuerte forcejeo logró escapar con las esposas en una muñeca. Al salir a la calle observó un coche de policía y corrió hacia el, gesticulando ostensiblemente para que parasen. Una vez que llegó junto a los agentes, les explicó que un hombre lo había amenazado con un cuchillo y lo había intentado esposar. Los agentes, al percatarse de las esposas, se dirigieron con el joven a la casa que decía. Alli estaba Jeffrey, quien en un principio contó la manida historia de que aquel joven era su pareja y que estaba alcoholizado. Sin embargo, Tracy recordó que lo había amenzado en el dormitorio, un lugar en el que había calaveras, fotografías de cuerpos mutilados e incluso un gran bidón plástico que emitía un olor apestoso. Uno de los agentes se dirigió hasta allí y al ver el horrendo espectáculo gritó a su compañero que esposara a Jeffrey y que lo llevase inmediatamente a comisaría. Una vez detenido, un juez autorizó un registro en su casa, donde encontraron numerosos restos humanos, incluída una cabeza en la nevera. En el congelador del sótano encontraron otras tres cabezas, así como numerosas extremidades y hasta un corazón humano. El forense indicó que se trataban de los restos de al menos siete individuos diferentes.
En el juicio se presentaron acusaciones por 17 asesinatos -finalmente reducidos a 15 por no poder identificar los cadáveres-, necrofilia y canibalismo.
Jefrrey se declaró inocente por demencia; fue declarado apto para ser juzgado por los forenses, y el jurado emitió un veredicto de culpabilidad unánimemente. Finalmente fue condenado a 957 años de prisión sin posibilidad de libertad condicional.
En un principio lo mantuvieron aislado del resto de internos por temor a ataques de parte del resto de presos, un temor que no carecía de fundamento. En Julio de 1994 un preso lo agredió con una cuchilla de afeitar, aunque finalmente sólo le produjo heridas superficiales.
Sin embargo, el 28 de Noviembre de ese año un preso llamado Christopher Scarver lo agredió a él y a otro interno con una pesa de halterofilia mientras limpiaban el gimnasio de la prisión. El otro interno, Jesse Anderson, fallecería dos días después debido a las heridas.
Jeffrey Lionel Dahmer falleció ese mismo 28 de Noviembre en la ambulancia que lo llevaba al hospital.

Un comentario el “El carnicero de Milwaukee

  1. Nataly dice:

    Se lo ganó a pulso

Deja un comentario