Jose María Jarabo

José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris nació el 28 de Abril de 1923 en Madrid, en el seno de una familia pudiente. Un tío suyo llegó a ser Ministro de Justicia en España entre 1973 y 1975, Francisco Ruiz-Jarabo y Baquero. Su infancia la pasó en Estados Unidos, a donde se trasladó su familia y allí estudió en los más prestigiosos colegios.

Jose María Jarabo

También desarrolló una gran afición al juego, y de hecho para ganar dinero para ir a los casinos llegó a dedicarse a la trata de blancas, actividad por la que fue detenido y condenado a tres años de prisión. Esto provocó un escándalo familiar, y sus padres se marcharon a Puerto Rico para evitar perder prestigio social. Una vez que salió de la cárcel regresó a España, donde su madre le enviaba dinero. De vuelta en el Madrid de los años 40, Jose María comenzó a relacionarse con la clase alta de la época, y participando en toda partida de póker que podía. Para su desgracia, era mal jugador, por lo que perdió enormes cantidades de dinero en muy poco tiempo. Tenía además una personalidad atrayente, lo que hacía que nunca le faltasen mujeres. Una de sus amantes era una mujer inglesa llamada Beryl Martin Jones, quien llegó a empeñar un anillo para que pudiese seguir jugando al póker. Llegado el momento de regresar a Inglaterra, le pidió que le devolviese el anillo para no tener problemas con su marido. Beryl tuvo que marcharse sin recuperar el anillo, por lo que envió una carta a Jose María en la que le autorizaba a desempeñar el anillo. Como Jose María no tenía el dinero para recuperar la joya, llamó al dueño de la casa de empeños para organizar una reunión y ver cómo podían solucionar el asunto.
El 19 de Julio de 1958 fue la fecha escogida para la reunión, y el lugar fue la casa de empeños a la hora del cierre. Sin embargo, Jose María se dirigió al domicilio del empresario directamente. Al llegar a la residencia le abrió la puerta la criada, una joven de 26 años llamada Paulina Ramos Serrano, quien lo acompañó hasta el salón principal para que esperase cómodamente la llegada del dueño de la casa. Tiempo después se levantó y se dirigió hasta la cocina, donde Paulina estaba pelando judías con un cuchillo. En un momento de despiste, la golpeó con una plancha y una vez que la tuvo atontada la apuñaló en el corazón con el cuchillo que ella estaba usando. Llevó entonces el cadáver hasta el cuarto en el que dormía y lo dejó tirado sobre la cama.
Poco tiempo después llegó Emilio Fernández, el empresario con quien había quedado, a su casa y se dirigió en primer lugar al baño. Jose María se acercó por detrás y le descerrajó un disparo en la nuca, dejándole allí mismo.
Estaba registrando la casa cuando llegó la mujer de Emilio, Amparo Alonso, quien le preguntó quien era y qué hacía allí. Jose María le respondió educadamente que era un inspector de la policía y que tanto Emilio como Paulina habían salido un momento con sus compañeros para ir al negocio a buscar documentación. Amparo se sorprendió mucho de que su criada acompañase a su marido a su tienda ya que nunca había ido anteriormente, por lo que sospechó de la identidad del presunto policía e intentó huir. Jose María la acorraló en el dormitorio donde le disparó en la nuca, matando a Amparo y al bebé que llevaba dentro. Jose María acabó de resgitar la casa y no encuentró el anillo, por lo que decidió marcharse.
Al llegar a la portería se dio cuenta de que ésta estaba cerrada, y por no avisar al portero decidió quedarse a dormir en el piso, evitando así que hubiese testigos que lo viesen en el lugar.
Al día siguiente era domingo, por lo que paseó por Madrid haciendo tiempo. El lunes, 21 de Julio, se dirigió a la casa de empeños a esperar al socio de Emilio, un hombre llamado Felix López Robledo, con la esperanza de recuperar el anillo que debía estar en la tienda. Cuando éste llegó a la puerta del local Jose Martía le disparó dos veces en la nuca sin mediar palabra. Una vez dentro del negocio lo registró pero no fue capaz de encontrar la joya.
Se marchó entonces al hotel en el que residía, se cambió de ropa y llevó el traje con manchas de sangre a una tintorería. Al día siguiente, cuando fue a buscar sus prendas, le estaban esperando dos policías. Jose María confesó los asesinatos y fue puesto a disposición judicial.
El juicio se inició el 29 de Enero de 1959 en medio un gran revuelo mediático ya que al mismo asistieron muchas personas famosas, amigas de Jose María. Cinco días más tarde el juicio concluyó condenando a Jose María a muerte por el asesinato de 4 personas.
El 4 de julio de 1959 José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris fue conducido al garrote vil, donde murió agónicamente debido a su fortaleza físca y a la debilidad de su verdugo, Antonio López Sierra. Fue el último sentenciado a muerte por la justicia ordinaria en España.

Un comentario el “Jose María Jarabo

  1. Nataly dice:

    Se lo merecía

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